/Este texto puede herir ciertas sensibilidades pero no es más que un relato irónico de la realidad/
Creí que lo que había visto todo en política, pero Carles Puigdemont vino al mundo dispuesto a sorprendernos y...¡vaya si lo hizo! Después de convocar un referéndum ilegal para el día 10 de octubre y citar al pueblo de Cataluña a la mayor pantomima de la historia europea desde los tiempos de Maria Antonieta, la caperucita del PDCAT decide emprender un nuevo camino, donde se esconderá del lobo en la casa de la abuelita flamenca. Mientras tanto el resto de su familia queda al acecho de los lobos, pero eso a él le da igual pues mientras le quede un poquito de pastel para comer vendería su alma hasta al diablo. El cerdito Juncoso, sin embargo, fue más valiente y supo enfrentarse al cazador del 155 y aunque quedara retenido durante un tiempecito, esto le podrá ser de gran ayuda para su futuro, pues de los errores se aprende y es que que no será nada en comparación de lo que le toque a Caperucita, a quien no le pintan muy bien las cosas. Llegados a este punto y viendo que el cazador no quiere hacer daño ni a Caperucita, ni al Cerdito ni al resto de animales...¿No sería más conveniente que entraran en razón y dejarán al Estado Animal guiar las leyes de la naturaleza? Claro que sería lógico, pero Caperucita nunca se deja llevar por la lógica sino por la intuición, que será su perdición y el fin de nuestra fauna.
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