Ana Pastor, una imagen de estabilidad para el Congreso.

La recién nombrada presidenta del Congreso de los Diputados Ana Pastor Julián, cuenta con una experiencia política inmensa, pues ha sido diputada por la provincia de Pontevedra durante más de 15 años. Pastor, ha pasado por cinco de los ministerios de nuestro país, encabezando dos de los cuales: fomento y sanidad. En este último era la candidata perfecta, pues es licenciada en medicina y cirugía. Ha vivido grandes momentos de la política española y ha convivido con Aznar y Rajoy como presidentes. Debido a su lealtad y a su capacidad de diálogo, los populares han optado por que encabece el congreso de los diputados en una etapa tan difícil como esta. Y vaya si lo ha conseguido, con 169 votos favorables se ha hecho con la presidencia de la cámara baja, nada pudieron hacer los 155 escaños que obtuvo el socialista Patxi López, pues Ana Pastor tenía más respaldo que él. Así pues en esta XII legislatura, la tercera autoridad del estado ha sido por segunda vez en la historia de nuestro país, una mujer, no se repetía esto desde hace 16 años, cuando fue nombrada presidenta, la popular, Luisa Fernanda Rudi. La presidencia de una mujer como Ana Pastor, es algo positivo para el resto de partidos porque es una figura de consenso y estabilidad sin igual, ella mantiene una estabilidad y cordura envidiable y promete ser una persona neutral en su arbitraje del congreso, esperemos que tenga suerte. El partido de Pastor cedió la vicepresidencia I a Ciudadanos y la segunda al PSOE, a parte de una secretaría al partido naranja. Nada de esto era necesario, pero si lo era mantener contentos al resto de partidos constitucionalistas para conseguir un futuro apoyo o una abstención hipotética en la votación para elegir al presidente del gobierno, que en este caso sería el candidato popular, Mariano Rajoy, por cierto muy amigo de la susodicha.